Noches negras.
Que bonitos los búfalos de agua corriendo por los humedales, tú y yo no podemos dejarnos llevar por el placer del alcohol, tenemos aún tanto que leer hoy y también tanto que ver, al final de la noche, antes de dormir, tendremos tanto que pensar y no olvides que nos queda tanto por conducir en esta autopista infinita. Dime sátira flor, ¿De que sirve la vida si no se sublima y se transforma en arte? Cuando llegue la media noche sabré que me iré con el fin del alba y que mi alma reposará en el centro del volcán Tacaná. ¿Te he contado amiga que deseo una antibiblioteca, un Chevelle del 68 y la felicidad de mi madre? Ahora bien, acércate luna, deja que te cuente mis planes para robarme la obra completa de Cortázar de la biblioteca de mi barrio.
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